Tigrero

Aprovecho la ocasión para hacer una suerte de carta abierta   con la excusa de la primera entrada (26 de febrero    La nostalgia cubana  hecha película.  La Ciudad perdida 2008). Se trataba de una reseña breve acerca de la película  La Ciudad perdida,  junto al subtitulo  la nostalgia   cubana hecha película  (1) donde se da un paseo por la lamentable historia de La Habana contemporánea y con ella toda la de una nación. Ya en ese momento no podía evitar el paralelismo entre esa ciudad y Caracas. La rumba flamenca como bisagra de  unión cultural. Primera parte Pero no abundemos en lo triste y volvamos al cumple. La mejor forma de celebrarlo es dedicando unas líneas a los Martín Chambi o América vista por  la lente india,  tigrero blog colegas blogueros que han tenido la paciencia de leer y compartir lo publicado en este portal.   Algunos ya no postean pero aun así los nombro porque puede que sean amigos comunes y así los recuerden, aunque los más t

Para David A. Molinares Amaro  Los lectores que suelen venir por estos lares no son gente que le guste el cine de patadas voladoras, gritos, golpes y volteretas de combates en artes marciales, que más que lucha son un malabarismo gimnástico de circo. No obstante, hay un personaje de ese mundo que no podemos pasar por alto y a él me referiré. La película acerca del artista marcial más famoso jamás filmado, está basada en el libro The man only I knew   (El Hombre que solo yo conocí) escrito por su esposa Linda, siendo adaptado con gran éxito, si nos atenemos a la popularidad que tuvo entre el público ajeno a las peripecias del arte marcial.  El título alude a un sobrenombre que tenía Bruce Lee de pequeño "Dragón" El film revela el rechazo racial que siempre lo persiguió, sus miedos persecutorios, el combate (en muchos casos literal) por sus ideales, su vida como lavaplatos y mensajero en un restaurante de San Francisco, su trasiego universitario y su ev