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Atila

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  Atila He aquí, no cabeceará Ni dormirá, el que guarda a Israel Salmo 121: 4 Me encontraba en una larga fila en la fachada del auditorio de los tribunales. Había gente de todas las edades y ,sobre todo, madres con sus hijos. Pocos hablaban, pero muchos lloraban. En mi caso, esa fila era el último paso de un largo periplo. Todo comenzó en junio de 1960, cuando comparecimos ante un hombrecito de no más de metro y medio de estatura que parecía   haber dormido con la ropa puesta. Era Isser Harel, el propio director del servicio secreto israelí “Mossad” que nos convocaba. Sin mucho preámbulo, apagó las luces y proyectó la foto de un hombre caucásico con el impecable uniforme negro de oficial de las SS. ―¿Reconocen al personaje? ―Adolf Eichmann, jerarca del departamento de exterminio en las SS. ―Muy bien. Nos han llegado informes que parecen indicar su ubicación. La sorpresa nos enmudeció. Harel continuó. ―Los reportes nos llegan desde Argentina. La obtención de fotograf

El Narrador de caballos (crónica)

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  El Narrador de caballos   A la memoria de Alejandro Omega Villavicencio Rivero (mi tío) Y del médico veterinario Carlos Alberto Velásquez (colega y amigo)   La noticia fue como caída del Cielo. ─¡EpaTuqueque! (mi apodo en el medio radial era “El Tuqueque Requena”). Estás asignado como técnico para ir con Alí a cubrir el Clásico de Puerto Rico. ¡Esto era genial! Iría a trabajar, nada más y nada menos que con Virgilio Christian Decán, mejor conocido como Alí Khan, en la transmisión de un verdadero campeonato internacional, el primer Clásico del Caribe, el de junio de 1966 . En la Justa participarían cinco naciones representadas en trece ejemplares. Por Venezuela iba la potra Vélika , que venía de ser campeona en los clásicos Francisco de Miranda y José Antonio Páez,   favorita nacional indiscutida, con la monta del jockey revelación del momento: Rogelio Cortez.   Pero, a la hora de elegir el segundo ejemplar hubo mucha discusión, hasta que al final se decidieron por

El drama de una nación / Beirut 4A

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  Ningún arma forjada contra ti, prosperará Isaías 54: 17 La destrucción más sistemática que se recordaba en el Líbano, fue la de las ciudades Tiro y Sidón. Llevada a cabo por Alejandro Magno en apenas siete meses, cuando, con los escombros de la última, puso a la población a construir un terraplén para acceder hasta la isla fortificada de Tiro. Su idea era eliminar toda base naval que pudiese ser utilizada por los persas, antes de proceder a enfrentarlos. Ahora acaba de añadirse otra catástrofe. No es la primera vez que Beirut es destruida, lo ha sido antes siete veces. Pero vale la pena estudiar los antecedentes de lo ocurrido para saber dónde hay que re-edificarla.  ¿Qué causó la explosión? Eso pertenece a una investigación que está en curso. Pero acá quiero hablar de lo que hasta ahora se sabe con certeza. Un estudio de la universidad de Sheffield (Reino Unido) indica que sus 3.3 grados en la escala de Richter y la fuerza de detonación equivalente al 10 por ciento de la ocurri