Tigrero

¿Alguien duda de que ella es la reina del Festival Internacional de Shangay? -------- La obsesión es competir con las flores en la foto ¿Casarte en una de las Capillitas de Las Vegas, teniendo al rey como padrino de bodas? ¡Qué más se puede pedir! ¡Al cuerno si los ayatolas me acusan de Exhibicionista o de Nudista!...¡Total! Esta soy yo¿Y qué? www.contartecosas.blogspot.com www.vidaysendero.blogspot.com www. joseluisvilaherrera.blogspot.com Foto de las Vegas, Luis Cobelo,Todo en Domingo, Caracas, mayo del 2010

Los planes norteamericanos de un Canal interoceánico se remontan a 1840 , pero los franceses se adelantaron y Ferdinand Lesseps , el mismo que en 1860 había construido el canal de Suez, trató de construir uno en la parte estrecha de Panamá en 1879.  Pero la tarea fue más difícil de lo que parecía y el intento fracasó. No obstante seguía siendo lógico hacerlo donde había trabajado Lesseps, era la distancia más corta, pero había un desnivel entre los océanos y de paso una elevación rocosa que, entre otras cosas,  había hecho fracasar a Lesseps ( de hecho, eso no lo sabían en ese momento pero la única forma de superar ese formidable escollo era elevar los barcos sobre la montaña de piedra y volverlos a bajar por medio de un sistema de exclusas ).  Pero a unos 1700 km al norte había un lugar que se veía mucho mejor: "Nicaragua".   Aunque Nicaragua era cuatro veces más ancha que Panamá tenía la ventaja de que estaba a nivel del mar en su totalidad, no t

En vista de que la ruta de Nicaragua había sido desechada de forma definitiva (ver entrada anterior para más detalles) Estados Unidos se vió en la necesidad de conjurar el riesgo de que Inglaterra interviniera en el negocio del Canal -era su verdadera rival en este asunto - haciéndola firmar un tratado de no intervención, pero la cosa no terminaba allí. Panamá era parte de Colombia y había que tratar con esa nación, cuyo  presidente  era José Marroqu ín Ricaurte   Se trataba de un intelectual y sabía que si no llegaba a un acuerdo con los Estados Unidos por la buenas, el gobierno de ese país procedería por las malas.  Colombia acababa de salir de una devastadora guerra civil, la "De los Mil Días" - 1899 - 1902 - y no estaba en condiciones de hacer valer su derecho por la fuerza así que, a riesgo de que lo tildaran de "vende patria" e instrumento del "neo colonialismo yanky" le pareció que la forma menos indigna de salir de este trance con

Los Osorios 11.9 wwww.JonhHartStudios.com Colaboración para El Universal, Caracas / copyright Creatos.com 2009

Para Jonan y Joshua Castellanos, mis sobrinos de 10 y de 7 años respectivamente, que me dijeron que "no podía dejar de ver esa película" y no estuvieron tranquilos hasta que me vieron sentado frente al vi deo...¡Tenían toda la razón! En su momento (2007) esta película no causó el revuelo que sus compañeras de género han despertado, puede haber influido su elenco de caras desconocidas y su métrica breve, pero d ebajo de todo esto se esconde una verdadera joya del cine de fantasía de todos los tiempos, desde el Mago de Oz hasta las exitosas sagas contemporáneas. En principio pareciera que es la típica historia fabulada de duendecillos y gigantes, lograda con tecnología visual de punta y un tema endulcorado propio de un público infantil,  hasta que la ves y te das cuenta que, al contrario de esta clase de tramas, el plano mágico está más supeditado al plano real, ámbito que por cierto no es para nada complaciente. Basada en el libro homónimo, escrito al filo

Esa gigantesca península que se proyecta al oeste de Norteamérica había estado bajo la dominación rusa desde los tiempos de la Revolución Norteamericana, pues siempre fue más practicable el transporte desde Siberia que desde Europa, pero para la década de 1860 el comercio de pieles había decaído.   La nutria de mar, animal inofensivo cuyo único crimen era poseer una piel muy bella, había sido diezmada a casi su extinción y esto era hecho por cazadores a los cuales era casi imposible controlar, y menos en un vasto territorio carente de funcionarios imperiales, pues ni siquiera los rudos hombres de Siberia estaban dispuestos a permanecer en él. Por otra parte, la Guerra de Crimea había desangrado a la Madre Rusia aunado a los pagos de in dennización a las victoriosas Francia y Gran Bretaña y no podían derrochar esfuerzos en esas soledades sin camino cuando sus propios campos estaban desolados. Por todo esto el zar Alejandro II   se vió en la necesidad de oferta