Cien Años de Perdón / Joya del Cine Venezolano
es una de las mejores del cine nacional, con un suspenso que por momentos hiela la sangre y en otro te hace brotar una espontánea carcajada
por su accidentado humor y la forma desfachatada del habla coloquial venezolana y
sobre todo, con un guión que no permite al espectador el más mínimo atisbo
para intuir la próxima escena, haciendo que éste se precipite en un
vagón de una montaña rusa de subidas y caídas del más puro vértigo
emocional, que no tiene nada que envidiar a ningún triller policial
hollywoodense.
El film se encuadra en eventos ocurridos a comienzos de esa
misma década exactamente en 1994 cuando el sistema financiero venezolano se
vio sacudido por una madeja compleja de causas y que fue aprovechado por
los pescadores en río revuelto que terminaron de quebrar los bancos y robar
el dinero de los ahorristas, digamos que fue una suerte de
"Corralito venezolano". cada día la noticia era una nueva entidad financiera
intervenida por el gobierno, lo que originó pánico y desestabilizó las
estructuras del Estado. En medio de esa situación, un grupo de modestos
profesionales de clase media que no saben nada de violencia pero que se han
sentido burlados por algunos de los aprovechados de turno deciden hacerce pasar por funcionarios del Fondo de
Protección Social de los Depósitos Bancarios (FOGADE) para tratar de salvar algo de la
devacle pero lo que les sale es una peligrosísima parodia que les cambia
literalmente la vida. Es bueno aclarar que una de las pocas debilidades de
la película es que está tan arraigada al momento histórico que atenta
contra la misma, pues las generaciones que no vivieron ese momento puede que no comprendan de entrada la situación, además en el film sobresalen
personajes muy emblemáticos que en ese momento eran conocidos por todos los
venezolanos y que aparecen con los nombres cambiados, por
ejemplo el Inspector jefe de la, antes llamada, Policía Técnica Judicial
"PTJ" Lazo Ricardi, aquí es llamado Gomez Lira, o ese súper policía de la
"petejota" que parecía sacado de los comandos de intervención inmediata
televisivos tipo SWAT ,que fue López Sisco, o el famoso director de cierta
entidad bancaria que aparecía en una publicidad dando fe de
vida de la
solidez de su banco con la frase "Aquí estamos y aquí seguimos" pero que
terminó huyendo con el botín a Miami y que en esta historia es interpretado
por el estelar Cayito Aponte. Aparte de ésto se debe resaltar un personaje
siempre presente en el ámbito local, como lo es el que
suministra y
arregla todo los entuertos de última hora y no precisamente de forma legal
"El gordo Melcocha".
Otro aspecto que nadie puede dejar de reconocer es que
se trata de la película más cara en cuanto al elenco pues
nunca antes - y
sospecho que en lo futuro tampoco se podrá- logró reunir una pléyade de estrellas que sobresalen en el film. El director Alejandro Saderman tuvo que esperar tres años para reunir tan granado elenco y le resultó tan caro que se vio precisado a vender el apartamento y mudarse con su esposa e hijos a la
casa de sus suegros. Por fortuna su éxito le devolvió su
estabilidad
habitacional y más.
Película indispensable para el que se asome a la
historia del cine venezolano y que estoy seguro de que no se arrepentirá de haberla visto.
Año 1998 Duración 100 min. País Venezuela Dirección Guion Música Fotografía Reparto Compañías Coproducción Venezuela-Alemania-Estados Unidos; Género Drama | Robos & Atracos. Navidad
misma década exactamente en 1994 cuando el sistema financiero venezolano se
vio sacudido por una madeja compleja de causas y que fue aprovechado por
los pescadores en río revuelto que terminaron de quebrar los bancos y robar
el dinero de los ahorristas, digamos que fue una suerte de
"Corralito venezolano". cada día la noticia era una nueva entidad financiera
intervenida por el gobierno, lo que originó pánico y desestabilizó las
estructuras del Estado. En medio de esa situación, un grupo de modestos
profesionales de clase media que no saben nada de violencia pero que se han
sentido burlados por algunos de los aprovechados de turno deciden hacerce pasar por funcionarios del Fondo de
Protección Social de los Depósitos Bancarios (FOGADE) para tratar de salvar algo de la
devacle pero lo que les sale es una peligrosísima parodia que les cambia
literalmente la vida. Es bueno aclarar que una de las pocas debilidades de
la película es que está tan arraigada al momento histórico que atenta
contra la misma, pues las generaciones que no vivieron ese momento puede que no comprendan de entrada la situación, además en el film sobresalen
personajes muy emblemáticos que en ese momento eran conocidos por todos los
venezolanos y que aparecen con los nombres cambiados, por
ejemplo el Inspector jefe de la, antes llamada, Policía Técnica Judicial
"PTJ" Lazo Ricardi, aquí es llamado Gomez Lira, o ese súper policía de la
"petejota" que parecía sacado de los comandos de intervención inmediata
televisivos tipo SWAT ,que fue López Sisco, o el famoso director de cierta
entidad bancaria que aparecía en una publicidad dando fe de
vida de la
solidez de su banco con la frase "Aquí estamos y aquí seguimos" pero que
terminó huyendo con el botín a Miami y que en esta historia es interpretado
por el estelar Cayito Aponte. Aparte de ésto se debe resaltar un personaje
siempre presente en el ámbito local, como lo es el que
suministra y
arregla todo los entuertos de última hora y no precisamente de forma legal
"El gordo Melcocha".
Otro aspecto que nadie puede dejar de reconocer es que
se trata de la película más cara en cuanto al elenco pues
nunca antes - y
sospecho que en lo futuro tampoco se podrá- logró reunir una pléyade de estrellas que sobresalen en el film. El director Alejandro Saderman tuvo que esperar tres años para reunir tan granado elenco y le resultó tan caro que se vio precisado a vender el apartamento y mudarse con su esposa e hijos a la
casa de sus suegros. Por fortuna su éxito le devolvió su
estabilidad
habitacional y más.
historia del cine venezolano y que estoy seguro de que no se arrepentirá de haberla visto.
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Trailer:
Carlos González, Henry Herrera, Alejandro Saderman, Luis Zelkowicz
Julio d'Escriván
Hernán Toro
Alejandro Saderman, Cinemateriales, Lichtblick Film und Fernsehproduktion
Comentarios
Saludos
Esa película la vi hace tiempo en un ciclo de cine latinoamericano que pasaron en televisión española. Me reí bastante con la historia y situaciones que presentaba, en algunas ocasiones me parecía estar viendo a paisanos míos.
Hay dos películas venezolanas que también me gustaron mucho, El pez que fuma y El Cangrejo.
Saludos,
Como olvidar esa pelicula y sus personajes,el fondo sigue vigente tal como comentas inclusive si me lo permites con visos más peligrosos todavía,la puesta en escena es muy nuestra,el sentido del humor inimitable.
Todos deberíamos volver a verla muestra del talento venezolano .
ELSA Tienes razón, esas crisis financieras han sido comunes en nuestra América. En la actualidad los países hermanos están saliendo de eso pero Venezuela se está resagando de manera peligrosa. Vale hacer aquí un comentario acerca de la última medida del gobierno argentino para evitar el cambio de divisas en el extrangero, signo no muy alentador.
Y por favor, si alguna vez ubicas esta película, no dudes en adquirirla pues no te arrepentirás
AMÉRICA ¡Hola maja! Tienes razón, no está de más verla de nuevo. Te doy un dato: La puedes encontrar en el pasillo de ingeniería de la UCV. Búscala pues es una joya de colección
Dios te bendiga. Adelante y éxito.
He echado un vistazo a tu excelente relato, pero no puedo opinar en este momento.
Dios mediante, he de volver para darte mi opinión.
Un gran abrazo
RUD Tranquila, al menos leiste la entrada. Besos