Una Mujer sin Rencores
"En los años 70ta, quien contrataba a los cantantes y orquestas de música caribeña en Caracas era el empresario colombiano Guillermo Arenas, y gracias a él logré concertar una entrevista a Celia Cruz, que se llevó a cabo en la misma oficina de Arenas, ubicada en un edificio cercano a la sede de Radio Caracas Televisión RCTV.
Yo era un estudiante de la UCV (Universidad Central de Venezuela) militaba en un partido de izquierda y era un ardiente defensor de Fidel Castro y su Revolución, razón por la cual no escatimé argumentos para fustigar a mi
Elba Guillén, una compañera de trabajo y el propio Arenas, la calmaron. Pero yo creía que había hecho lo correcto al confrontarla con mis convicciones a expensas de su descarnado drama familiar.
Luego del incidente y en la planta baja del edificio, me
encontré con Carlos Argentino, quien trabajaba para la orquesta "Los Melódicos" de Renato Capriles y que había sido compañero de Celia en los tiempos de la Sonora Matancera, me dijo " Celia, no solo es la mejor voz afro que hay en el Caribe, eso todos lo saben, sino que también es la persona más amable con la que yo haya podido trabajar alguna vez".
Carlos Argentino tenía razón. Al correr del tiempo me encontré con los Knight (así hablaba Celia cuando se refería a su familia, es decir Pedro y ella) en un Festival de Salsa en Nueva York donde el fotógrafo Fernando Sánchez y yo íbamos como corresponsales de la revista Swing Latino. Al vernos nos atendió con tal amabilidad, que sospeché que no me había reconocido, y nos presentó a su equipo como "sus viejos amigos de Venezuela".
Cuando me pareció prudente, pues no había mucha gente alrededor, aproveché para recordarle el hecho y disculparme . . . Pero no me dejó continuar y con su inconfundible sonrisa me atajó diciendo: "Oyeme, no seas bobito. Claro que sé quién eres, pero lo que pasó allá se me olvidó, así que ¡Olvídalo tú también!"
Cándido Pérez
El Nacional, Caracas, 17 de julio del 2003
Comentarios
Saludos Alí
Un abrazo lleno de primavera, Monique
MONIQUE Recordemos que México captó un número grande de la diáspora cubana, era su segunda casa
FRANK De verdad que a pasar de todos los pesares Celia nunca perdió su buen humor.
Gracias Frank por visitar esta casa que también es tuya, y en vista de los temas que abordas en tu blog, te invito a darle una miradita a la sección de tigrero de NUEVAS TECNOLOGÍAS puede ser que esté muy obsoleta para tu gusto pero algo puedes sacar y todo està a tu orden
Respecto a la anécdota, a mi me sucedió algo parecido cuando llegué a España, fue en 1970 y en esa época aún F.C. tenía mucha credibilidad. Yo también había dejado a mi madre en Cuba y no sabía cuándo volvería a verla, al menos yo tuve más suerte que Celia, el alejamiento fueron sólo 12 años.
Buen domingo Ali.