La Cañaguatera / Egidio Cuadrado en el acordén

 

Aclaremos que cuando hablamos de Cañaguate  no nos estamos refiriendo al árbol de las zonas semiáridas que también llaman mezquite, trupillo o yaque, sino a un barrio de Valledupar, capital del Cesar, donde Isaac “Tijito” Carrillo conoció a Duvis Guillén y tuvieron un romance que estuvo a punto de materializarse en forma de matrimonio. Pero eso de casarse con un parrandero no era una buena perspectiva, así que Duvis decidió poner distancia a la relación buscando un mejor futuro en Venezuela que, para ese momento, fungía como la sucursal del sueño americano en Latinoamérica.

La tristeza motivó a Tijito la composición que vamos a escuchar

 

Como sufro yo me quejo

 tu amor me condena

Cuando cruzas la frontera

y te marchas lejos 

 

En 1968, el acordeonista e intérprete Alfredo Gutierrez la publicó, siendo un éxito inmediato.

 

Décadas después Carlos Vives la vuelve a grabar con el acordeón de Egidio Rafael Cuadrado Hinojosa (1953 − 2024)  y si fue un éxito antes, ahora se catapultó a nivel global.

 

Traigo esta nota cuando en la semana pasada nos llegó la noticia de la muerte de Egidio Cuadrado originario de Villanueva en la Guajira quien, con su sonrisa franca, su típico sombrero voltiao y su marusa, siempre fue el cable a tierra de un grupo de rockeros que se motivaron a interpretar el folklor interiorano de la Colombia Caribe.

 

Si bien, Egidio Cuadrado, por fortuna, no será el mejor "acordeonero" de Colombia debido a las jóvenes generaciones que asumen ese reto con éxito, y tampoco podemos decir que Cuadrado hizo innovaciones en la técnica del instrumento, como sí lo hicieron en su momento Alfredo Guetierrez, Juancho Rois o Israel Romero “El Pollo Irra”, no obstante, debemos reconocer que a su acordeón le tocó la encomienda de sacar al vallenato de Colombia y darlo a conocer al mundo. Este es su verdadero legado.

 

Esa música fusionada en instrumentos electrónicos nunca dejó su esencia rural gracias al acordeón de Egidio, por eso Vives, al saber la muerte de su amigo, se limitó a escribir “Hoy murió la Provincia”.

 

Pero en realidad no ha muerto, porque estará presente en su enorme trabajo, un buen ejemplo es esta versión de La Cañaguatera 

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