Tigrero

  El Monje   ─ Hermano Bernabé, necesito hablar con fray Marcelo. Llámelo por favor. ─Ya lo busco, Padre.   Al cerrarse la puerta, intenté repasar cómo abordaría la conversación mientras dirigía la mirada a lo único que resaltaba del escueto despacho: el tosco crucifijo sobre mi escribanía.   No podía posponer más esta decisión. Sabía del esfuerzo de fray Marcelo por permanecer en la Orden. Era innegable su ayuda atendiendo a los enfermos (los días en los que, su propia salud se lo permitía) y, sobre todo, ejecutando el viejo órgano de tubos en la homilía... por cierto, esa fue la única queja que tuve de fray Marcelo: La comunidad llegó a sentirse conmovida por los segmentos musicales que desgranaba entre la oración y las letanías. Hasta que se descubrió ─dicho por él mismo─ que se trataba de unos fulanos bambucos , una suerte de valses venezolanos. Por fortuna, pude manejar bien el escándalo de manera tal, que no trascendió hasta el episcopado provincial.     Sonó la p

  La Inteligencia Artificial llegó para quedarse. Así que estamos delante de algo que no será una moda que pase, sino  una tecnología que impactará nuestras vidas por generaciones, algo que ya se había previsto mucho antes de que Isaac Asimov acu ñara el término "robótica"   ( 1 )   Lo que sí es una constante en la Historia de la Humanidad, es que la Literatura  —y su reciente hijita, la Cinematografía — siempre están mucho más adelantadas en tecnología y en la capacidad de prever los dilemas éticos y hasta morales, de la misma Humanidad en cuanto a sus propios portentos. El mejor ejemplo lo tenemos en esta película del 2001 donde se plantean los conflictos que rodean al primer robot dise ñ ado  con la capacidad de "sentir". Basada en un libro de cuentos publicado en 1969  Los superjuguetes duran todo el verano   y otras historias del futuro de Brian Aldiss .   ( 2 )  L a idea de la película surge cuando Stanley Kubrick queda encantado con la lectura y de  in

  La Historia tiene muchos momentos épicos en los que se abrieron al mundo rutas y continentes. Pero hay tres, que son los más resaltantes. El primero es el arribo del genovés  Cristób al Colón a las costas de Guanahaní, la actual San Salvador, es decir, una isla de lo que luego se conocería como América.  El segundo, es la llegada de la peque ñ a  y deteriorada nave Victoria a la rada de Las Muelas en Sevilla, se trataba de la única nave que lo lograba luego de durar casi dos años dándole la vuelta al Planeta de oeste a este y en donde, los cuatro barcos que la acompañaban  — y que eran más grandes que ella —  quedaron en el camino, no es de extrañar que su nombre fuera "Victoria". Nos referimos a la expedición del portugués Hernando de   Magallanes  bajo bandera e spa ñola   y que fue completada por S. Elcano . Primer Cirrcunnavegación a la Tierra, Exp de Fernando de Magallanes—S. Elcano Vale resaltar, que ya en puerto descubrieron algo que sería la base de uno de los post